Statement sobre la deportación masiva de colombianos solicitantes de asilo en Alemania

I. La reciente noticia sobre la inminente deportación de 1600 colombianos solicitantes de asilo en Alemania confirma lo que muchos ya sabíamos: el enfoque del gobierno alemán hacia los migrantes colombianos no es humanitario, sino instrumental. En palabras del Alto comisionado del gobierno federal de Alemania para los acuerdos de migración, Joachim Stamp: "No hemos venido a amenazar al gobierno; hemos venido a trabajar como aliados. El camino de solicitar asilo es el equivocado“ (Fuente: El Tiempo). Una frase que, lejos de tranquilizar, deja ver con claridad una política de presión y conveniencia mutua entre Estados, ignorando incluso obligaciones internacionales de carácter humanitario.

II. Este tipo de declaraciones, lejos de desmentir una amenaza, la evidencian. Como dice el viejo principio jurídico: “Explicación no pedida, acusación manifiesta.”

Alemania lleva meses presionando a Colombia para conseguir su colaboración en los retornos forzados, intercambiando cooperación por silencio. Se aceleran las negativas, desconociendo no solo la evidente persistencia del conflicto armado interno, sino ignorando también obligaciones de Derecho Internacional, para privar a posibles víctimas de que puedan ser sujetos de Protección Internacional. Se descartan sistemáticamente los relatos de víctimas del conflicto armado interno, violando normas procesales y garantías constitucionales en Alemania, y se hacen oídos sordos ante una realidad de crisis humanitaria, especialmente en las regiones, que sigue expulsando personas de Colombia. En lugar de ofrecer protección o vías dignas de integración, se negocia la exportación de fuerza laboral calificada, bajo un marco de conveniencia económica.

III. Mientras tanto, la Embajada de Colombia en Alemania y la Cancillería en Bogotá optan por una postura complaciente, y con ello actúan en función del interés de la República Federal y en contra de las garantías de protección de las víctimas de su propio conflicto armado interno.

IV. La defensa de los derechos de los ciudadanos colombianos ha quedado en segundo plano: No hay atención a las víctimas, no hay reconocimiento del contexto social y de violencia en Colombia, no hay compromiso con el debido proceso. Solo hay acuerdos, vuelos de regreso y silencio institucional por parte de ambos Estados, firmantes de la Convención de Ginebra sobre los Refugiados, entre otros acuerdos internacionales.

V. Ante esto, no podemos quedarnos callados. Este no es un acuerdo entre aliados. Es una transacción que ignora derechos humanos y se convierte en una transacción de intereses económicos a cambio de ignorar la grave situación humanitaria y de derechos humanos en Colombia, convirtiendo a los migrantes en general, y a las víctimas del conflicto armado interno en particular, en piezas desechables de una negociación internacional.

Iniciativa Derecho al Asilo

Fuentes:
Infobae: Más de 1.600 colombianos tendrán que salir de Alemania por estatus migratorio irregular
El tiempo: Más de 1.600 colombianos en situación irregular tendrán que salir de Alemania